lunes, 21 de septiembre de 2015

Mundial de Rugby: Digno papel de Los Pumas


Argentina perdió por 26-16 en su debut en el Mundial. Petti marcó el único try de los de Hourcade y Nico Sánchez aportó tres penales y una conversión. Lo que parecía no pudo ser. El choque contra los campeones del mundo arrojó una derrota luego de una actuación muy satisfactoria. El seleccionado argentino mantuvo un muy buen rendimiento durante todo un tiempo y algunos minutos del segundo. Pero la maquinaria All Black, con sus piezas ajustadas, dominó casi todo el complemento y terminó superando sin atenuantes a los sudamericanos. La primera parte había sido muy promisoria para los dirigidos por Hourcade. Superados unos minutos iniciales en los cuales se cometieron demasiados penales, algo que siempre sucede cuando hay que adaptarse al criterio de los arbitrajes, el conjunto de Creevy comenzó a soltarse. Sólido en la obtención (incluso robó una pelota en el line echada por su oponente) y firme en los scrums, eligió el camino del ataque para incomodar al campeón defensor. Ya se sabe que cuando son atacados, los Hombres de Negro pierden el hilo de su libreto. La dinámica impuesta desde la conducción del equipo, allí donde Cubelli y Nicolás Sánchez manejan el ritmo y los espacios, daba resultados. El equilibrio entre meter variantes por dentro con los backs y percutir con el continuado de los delanteros por momentos hacía crecer la confianza y esperanza de los argentinos ante unos neozelandeses que tuvieron que lidiar casi treinta minutos con un hombre de menos. Así transcurrió la primera mitad que llevó a los argentinos con ventaja al vestuario. Pero seguramente en el otro camarín, se estaban tomando las decisiones acertadas de cómo variar la estrategia que no estaba dando frutos hasta el momento. Porque si bien pasaron diez minutos de la reanudación y los criollos seguían en ventaja, la transformación de juego impuesto por los a la postre ganadores ya había comenzado. Con su habitual maestría en los pases en el contacto, con una capacidad llamativa para armar juego sobre pelotas sueltas, y principalmente con la potencia física que empezaba a ser imparable, Nueva Zelanda tomó el comando de la escena y no la soltó más. Prácticamente todo el complemento se jugó en territorio argentino. La pelota iba y venía a lo ancho de la cancha exigiendo una acción defensiva de los Pumas imposible de sostener físicamente. Allí empezaron a aparecer los espacios; los de celeste y blanco ya llegaban un poco después a las formaciones y sus rivales progresaban en el campo por el eje profundo y algunos embates por el centro de la cancha bajo la batuta del ingresado Sonny Bill Williams. Únicamente por el enorme esfuerzo y amor propio de los argentinos que forzaron algunos errores de definición de la ofensiva rival, el marcador siempre estuvo a tiro. Pero tampoco quedaba mucho resto para soñar acercarse en el score y menos darlo vuelta. El final deja un sabor agridulce. La derrota nunca es bienvenida por un equipo surgido de estos lares; pero se reconoce que se jugó en gran nivel frente a quienes por algunos momentos parecen estar en la estratósfera de este deporte. Ahora vendrá Georgia, la hoja de ruta trazada implica ganar para mantenerse con vida rumbo a los cuartos de final.

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